El agua disuelve todos los minerales y vitaminas que necesitamos. Seguidamente, la sangre, que en su mayor parte es agua, los
transporta por todo el cuerpo. El agua también ayuda a lubricar nuestras
articulaciones, y actúa como absorbente de impactos dentro de los ojos y de la
médula espinal. Además, cuando el sistema digestivo transforma los alimentos en
combustible para el cuerpo, se produce una gran cantidad de toxinas y sustancias
residuales. El agua es la fuerza que expulsa del cuerpo estas sustancias
residuales, a través del aliento, la orina y la materia fecal. Verdaderamente,
el agua es una sustancia milagrosa.
¿Son más importantes los líquidos
en los pacientes de Parkinson?
Si, porque las personas con EP son más propensas a sufrir
estreñimiento. Sin embargo, en la EP, hay tantas cosas que considerar, que creo
que, a menudo la necesidad de beber líquidos se puede olvidar. No obstante, los
líquidos pueden ser uno de los aspectos más importantes en el tratamiento de la
EP.
¿Cómo ayuda el agua con el
estreñimiento?
La función del intestino grueso, o colon, consiste en conservar
suficiente agua en las heces para que se mantengan blandas. Sin embargo, el
hecho de que las heces sean duras no pone en peligro la vida de la persona, por
lo que el colon no considera que el agua sea una prioridad importante. Cuando
el cuerpo no dispone de suficiente agua, el colon la extrae de las heces, y se
la da a los demás órganos (al cerebro, a los riñones y al torrente sanguíneo).
Las heces se vuelven secas, duras y difíciles de evacuar, lo que provoca
estreñimiento. Aunque el estreñimiento tiene muchas causas posibles, si usted
no bebe suficiente agua, el estreñimiento está garantizado. Sin embargo, si no
está acostumbrado a beber agua, comience gradualmente a agregar medio vaso al
día, hasta llegar hasta 6 u 8 vasos. Puede ser que su sistema tarde un poco en
acostumbrarse. Usted notará que, al principio, retendrá el agua, pero, gradualmente,
su cuerpo eliminará los líquidos sobrantes, y mantendrá un buen nivel de
hidratación.
Infecciones del tracto urinario:
otra razón para beber abundantes líquidos
Las infecciones de la vejiga y del tracto urinario son comunes
en los adultos mayores, así como en las personas con EP. ¿Por qué? La sensación
de sed se va perdiendo a medida que envejecemos; por tanto, no sentimos sed,
incluso cuando necesitamos líquidos. Con frecuencia, los adultos mayores se
encuentran en un estado de deshidratación leve y prolongado. Esto permite que
las bacterias crezcan y se reproduzcan en la vejiga y en el tracto urinario,
dando lugar a infecciones. Una buena solución es beber un vaso grande de jugo
de arándano al día, y, como mínimo, al menos cuatro (preferentemente ocho)
vasos de agua, más cualquier jugo u otro tipo de bebida que acostumbre a
consumir. En muchos casos, el jugo de arándano puede ayudarle a prevenir
infecciones, y también, junto con los medicamentos, ayudarle a
curarlas. Los arándanos contienen una sustancia que dificulta la adhesión de
las bacterias a las paredes de la vejiga y del tracto urinario. Posteriormente,
estas son expulsadas a través de la orina.
Boca seca, ojos resecos y sed:
más razones por las que necesitamos beber líquidos
Algunas personas informan que sienten sed con frecuencia, y que
a veces tienen la boca seca, saliva espesa o pegajosa y los ojos resecos. Esto
puede deberse a los medicamentos antiparkinsonianos; se sabe que medicamentos
anticolinérgicos, causan estos síntomas. La resequedad de la boca también puede
deberse a dificultades de la persona para tragar, por dormir con la boca
abierta, o por respirar a través de la boca mientras está despierta. Asegúrese
de beber abundantes líquidos para contrarrestar la resequedad de la boca.
¿Por qué es problemático tener la
boca seca?
Sin saliva, las bacterias pueden reproducirse en las encías, y
ocasionar caries y pérdida de dientes. La pérdida de dientes puede dar lugar a
la necesidad de usar prótesis dentales que, por lo general, no quedan bien ni
funcionan tan bien como los dientes naturales. Esto significa que, a veces, los
alimentos no son bien digeridos. Asimismo, las prótesis dentales también pueden
causar llagas dolorosas en las encías, si no quedan bien.
Más información sobre la salud bucal
Otros problemas que afectan la salud dental pueden incluir
dificultades para el cepillado, para el uso del hilo dental y/o para enjuagarse
la boca, debido a la rigidez de la lengua, la mandíbula y los músculos
faciales. Las personas con EP deben consultar a su dentista con respecto al
buen cuidado de la boca. Proporciónele una lista de los medicamentos que usa.
Su dentista puede recomendarle un lubricante artificial para ayudarle a
mantener la boca húmeda, si es necesario. Pregúntele también si necesita algún
tratamiento o enjuague de fluoruro.
Si usted bebe de seis a ocho vasos de agua al día, más jugos y
otras bebidas, y aún siente que su boca está reseca, trate de beber sorbos de
agua con frecuencia, y enjuáguese la boca para mantenerla húmeda. Asimismo,
deberá informarle a su dentista que tiene la boca seca, y este le sugerirá un enjuague
de fluoruro o saliva artificial, e incluso goma de mascar sin azúcar.
Ojos resecos
El reflejo automático de pestañear disminuye en la enfermedad de
Parkinson, dando lugar a que los pestañeos se hagan menos frecuentes. A menudo,
el resultado es que los ojos se cansan, se resecan y experimentan picazón,
incluso en personas que beben mucha agua. Se recomienda el uso de lágrimas
artificiales 2 ó 3 veces al día. Estas pueden comprarse sin receta en las
farmacias. Consulte a su médico u optometrista, si esta solución pudiera
ayudarle a aliviar la resequedad de los ojos.
Sed excesiva o ausencia de sed
Sentir mucha sed puede indicar una deshidratación aguda. La
deshidratación crónica, por otro lado, no siempre causa sensación de sed,
aunque es motivo de numerosas hospitalizaciones, y puede incluso provocar la
muerte. La deshidratación crónica leve, por tanto, puede ser aún más peligrosa,
porque
pasa desapercibida hasta que ya es demasiado tarde.
Desafortunadamente, muchos medicamentos para tratar la EP pueden aumentar el
riesgo de deshidratación, tanto crónica como aguda.
Aviso: El mecanismo de la sed se hace más lento a medida que uno
envejece. A diferencia de la señal del hambre, que nos avisa que nuestro cuerpo
necesita combustible, no nos damos cuenta de que tenemos sed hasta que estamos
deshidratados. Además, los adultos mayores suelen tomar medicamentos que
alteran las cantidades de sudoración y de orina producidas; entre estos se encuentran
los medicamentos que se utilizan para tratar problemas respiratorios, la
incontinencia urinaria y la EP, así como los diuréticos.
A menos que el médico le haya indicado una restricción de
líquidos, lo mejor es beber bastante agua pura (de 4 a 8 vasos al día, como
mínimo). Si usted consume bebidas alcohólicas o que contengan cafeína,
asegúrese de beber más agua.
Las personas con EP tienen muchas cosas de qué preocuparse. Por
ejemplo: los medicamentos y los efectos que estos producen, los horarios de las
comidas y de la levodopa, las responsabilidades laborales, los problemas
familiares y muchas más. A veces, pueden olvidarse de la más básica de todas
las necesidades: la necesidad de agua del cuerpo.
Signos de deshidratación
• Infecciones del tracto urinario
• Dolor en la parte inferior de la espalda
• Confusión mental
• Mareos
• Fatiga
• Resequedad de la lengua, surcos longitudinales en la lengua
• Boca seca, labios agrietados
• Ojos hundidos
• Orina de color oscuro, poca necesidad de orinar
• Dificultad para tragar líquidos
• Dificultad para hablar
• Debilidad en la parte superior del cuerpo
• Pérdida de peso
Si usted siente la boca seca, los ojos resecos o sed excesiva,
anote la cantidad de agua que bebe al día, y verifique si esta es suficiente.
De no ser así, pruebe agregar medio vaso al día, hasta llegar al nivel
recomendado.
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